Por estos días, el peligroso troyano bancario Shylock es nuevamente noticia. Tras una desaparición temporaria que muchos esperaban fuese definitiva, ha regresado más potente que nunca. Sumamente avanzado e indetectable para muchosantivirus, este sofisticado troyano se especializa en propagarse a través del sistema de mensajería instantánea de Skype. Y es capaz de robar los datos bancarios del usuario infectado en un abrir y cerrar de ojos.
Aunque lo más llamativo resulte, seguramente, su capacidad para evitar ser eliminado. Shylock ha sido cuidadosamente diseñado para burlar a los software antivirus, sembrando pistas falsas sobre su ubicación en el sistema. Este sorprendente malware es también capaz de detectar cuando está siendo ejecutado desde un ordenador virtual, y puede replegarse y suspender su ejecución ante señales de peligro.
Como si todo eso no bastase, Shylock se reenvía en forma automática a todos los contactos de Skype de cada nuevo usuario infectado, multiplicando sin control la epidemia y dificultando el desarrollo de un antivirus capaz de eliminarlo en forma rápida y efectiva.
La buena noticia es que, pese a todo, existen en el mercado antivirus que permiten detectar al indeseado huésped y deshacerse de él.
Entre los antivirus gratuitos, resulta una excelente opción el Avast,, por su alto grado efectividad y la gran cantidad de actualizaciones periódicas que garantizan su efectividad frente a nuevos virus, o mutaciones de los ya conocidos. La versión gratuita de AVG, por su parte, es señalada por muchos usuarios como el antivirus más fácil y rápido de instalar, además de resultar potente y eficaz.
Entre los antivirus de pago, probablemente el más recomendable en estos casos resulte el conocido Panda, por su reconocida capacidad para detectar amenazas en forma casi instantánea.
De cualquier forma, por eficaz que resulte el antivirus elegido, al recibir archivos de dudosa procedencia la primera barrera de protección del ordenador debe pasar siempre por nuestro sentido común.
Nos encantaría poder hablaros de salas de datos virtuales.