Estaba un grupo de mujeres en una reunión de feministas, y cada una iba tomando la palabra.

Una alemana se para y cuenta:
“Un día llegué a mi casa y le dije a mi marido:

-Hans… óyeme, cerdo, patán, a partir de hoy tú prepararás la comida!

Al primer día no vi nada… al segundo tampoco…pero al tercer día, Hans empezó a preparar la comida.”
Todas aplaudieron y vitorearon…- ¡¡BRAVO, BRAVOOO, así se hace!!

Luego se para una francesa y dice: – Un día llegué a mi casa y le dije a mi esposo:
“¡Bernard, bastardo, inútil, a partir de ahora tú friegas el piso!

Al primer día no vi nada, al segundo tampoco… pero al tercer día, Bernard se puso a limpiar el piso.”
Las mujeres gritaban exhaltadas… ¡¡BRAVO, BRAVOOO!!

En eso se para la mexicana y dice:
“Yo llegué un día a mi casa y le dije a mi marido:
¡Pancho, huevón, hijo de tu madre, a partir de hoy tú planchas toda la ropa cabron!

«Al primer día no vi nada… al segundo día tampoco… pero al tercer día ya empecé a ver un poquito con el ojo izquierdo…»

Fuente | Mexicanas en Noruega

Saludos, Luis Kano.